domingo, 11 de mayo de 2008

Recetas, quimica y otras asignaturas pendientes

Cuando los objetivos son lejanos, y sobrevives al presente para vivir el futuro quizá sea necesario aprender álgebra básica y disfrutar de la química pasando de la astronomía.

Que las estrellas las puedes ver brillar igual, sin necesidad de ofrecer la luna ni de andar por las nubes. Búscate un buen edredón de plumas que te sustituya esa sensación.

En cuanto a estudios del color: El rosa es para las niñas, mira que siempre lo he negado pero tenían razón. Es el color que lo describe y no por andar pegando saltitos en anuncios de compresas. Fíjate que se descompone en rojo y blanco, analiza ambos colores y su significado y tendrás la sensación experimentada: rosa. (Je, je.. que le den al azul y su “calma” ; no me vayas a aburrir)

Algo así como los pétalos en la bañera de American Beauty. Bello, por supuesto, chocante, ligero y flotante... pero limpio, y a la vez no.

Total que vuelta al estudio, hay mucho que hacer. Porque aunque sea conocido queda algún rincón por recorrer… y es entretenido (y placentero) repasar por las materias que mas nos gustaron, siendo una grata sorpresa el descubrimiento compartido de algún que otro nuevo punto de interés.

Prueba y error, modelo de gran parte de la experimentación… quizá lento, pero yo tengo tiempo que perder. Pero menos error, verdad? Y es que soy un hacha en eso de observar y deducir (y es lo que tiene también las prácticas de laboratorio, que a base de repetir, das con la fórmula magistral)

Y hablando de laboratorios, está bien tomarse en serio la cocina, y sin entrar en carne o pescado; ya que todo es mejor en su justa medida y la dieta ha de ser variada, deconstruye como Ferrán Adriá lo preconcebido -ya que escerificado viene de serie- disfruta de las nuevas texturas y experimenta la diferencia de sabor, en este caso intenso y agridulce -como la vida-


Y dada la receta del estudio y la vida me voy a dormir


Con cariño, para una mariposa